Se suele decir que el romanticismo se inició en los años 1770 ó 1780, con el movimiento alemán llamado Sturm und Drang. Fue principalmente influenciado por Shakespeare, las sagas folklóricas, reales o ficticias, y por la poesía de Homero. Escritores como Goethe o Schiller, cambiaron radicalmente sus prácticas, mientras en Escocia Robert Burns transcribía la poesía de las canciones populares. Este movimiento literario se reflejó de varias maneras en la música del período clásico, incluyendo la obra de Mozart en la ópera alemana, la elección de las canciones y melodías que se utilizarían en trabajos comerciales, y en el incremento gradual de la violencia en la expresión artística.
En la música romántica predomina la melodía, frecuentemente inspirada en lo popular y sin la organización ni las cuadraturas clásicas. Los ritmos son complejos y libres, y los tempos, extremos. Además, se amplia el concepto de armonía.
Los instrumentos más frecuentes son la voz, el piano y la orquesta, produciéndose grandes avances en la evolución de instrumentos y la orquesta.
Las formas musicales vocales son el lied y la opera y las instrumentales la sinfonía y el poema sinfónico. También se dan pequeñas formas musicales como valses y estudio
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